Estudios de Derecho en Madrid. Compaginó su profesión como procurador de los Tribunales con la dirección de una empresa familiar dedicada a la fabricación de productos plásticos (Ortiplast). Gran aficionado y ardiente defensor de la fiesta brava, fue asiduo colaborador de revistas especializadas como Toros 92, El Toreo, Taurología, etc… Su primera obra (Iniciación al arte del toreo, 1984) tuvo un objetivo didáctico. El arte tauroilógico (1989), edición de autor bellamente impresa y encuadernada, es un ensayo de altos vuelos, ambicioso por su forma y por su tema.. En él aborda la paradoja de que diestros sin conocimientos técnicos de la lidia sean capaces de alcanzar la máxima depuración en belleza plástica. Marceliano Ortíz alcanzó la categoría de tratadista con su Tauromaquia A-Z (Espasa Calpe, 1991), una completa y actualizada enciclopedia de la fiesta escrita con enorme erudición. En 1990, junto con su hermano Pablo, adquirió la mayoría de las acciones de la sociedad propietaria de la plaza de toros de Olivenza, de la que fue presidente hasta su muerte en 1992. A los pocos días el Ayuntamiento acordó darle su nombre a la plaza donde se ubica el coso oliventino.